5 consejos para lidiar con el fracaso

El fracaso no es un destino final, sino un paso y una lección.

“La vida de un hombre es interesante principalmente si ha fracasado. Bien lo sé. Eso indica que trató de superarse” “Es de sabios errar”, dice el refrán. El error es un obstáculo a vencer para seguir adelante. La única forma de aprender y madurar, es tratando de hacer las cosas y, si hay fallas, enmendarlas y aprovechar su efecto. Y eso es aplicable en todos los ámbitos de nuestra vida: familiares, escolares, laborales, deportivos y hasta en el amor. Si no barremos los errores para limpiar el campo de acción, nos sentiremos frustrados y derrotados en casi todos los aspectos de la vida. ¿Por qué podemos sentirnos fracasados? En muchas ocasiones, es debido a que las expectativas son extralimitadas a nuestras capacidades y nos sentimos desilusionados cuando no conseguimos lo que creíamos posible. Esto sucede cuando no medimos la distancia que hay entre el “yo” y “el ideal del yo”, es decir entre lo que soy y lo que creo ser.

Si nos afecta el fracaso, no significa que no hemos logrado nada, sino que hemos aprendido algo, que estuvimos dispuestos a probar y que debemos hacer las cosas de otro modo. Nos enseña a aceptar que no somos perfectos que tenemos razones para empezar de nuevo y luchar con más tesón. Los científicos e investigadores afirman que el error es como un paso ineludible y valioso para poder avanzar. El fracaso es sólo un paso, nunca el final, y con base en esta afirmación existen algunos conceptos que leí sobre el tema que mucho ayudan a sobreponerse a los efectos de un fracaso:

Primero analiza y define cómo te afecta. Encara el problema y búscale una salida viable.
Dedica a cada uno el tiempo y la dedicación que se merece, y eso tendrá que ser en proporción a su importancia (de estudio, familiar, trabajo, amoroso, de amistad, etc.)
"El esfuerzo continuo, incansable y persistente ganarán"
James Whitcomb Riley
Debe haber un razonamiento entre el “yo ideal” y el “yo real”. Deben coincidir lo que eres, con lo que piensas que eres, así vivirás más a gusto, tendrás un mayor equilibrio personal y adquirirás madurez.
Acepta que lo que te ha dado la vida, lo que has conseguido es un logro, y nunca cedas en tu voluntad de mejorar.
Si no puedes luchar contra el sentir que has fracasado, recurre a alguien que te ayude: en la familia, en los amigos o en profesionales del desarrollo humano, y seguramente lo superarás.

Así es que puedes exclamar con toda seguridad: ¿Fracasado yo? ¡Nunca! El afamado escritor Ernest Hemingway afirmaba que “el hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado”.

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