SALINA CRUZ, Oaxaca.- Con una capacidad de proceso de 330 mil barriles diarios de petróleo crudo para abastecer de hidrocarburos al litoral del Pacífico mexicano, la refinería Antonio Dovalí Jaime, de Salina Cruz, es una de las instalaciones estratégicas más importantes del país, que desde el mes de enero permanece en resguardo del Ejército en el marco del plan contra el huachicoleo, el robo y tráfico de combustibles, que instrumenta el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El capitán segundo de Transmisiones, Gaudencio Carrera Flores, integrante del cuartel general de la 46 Zona Militar, con sede en Ciudad Ixtepec, que participa en el operativo de resguardo, subraya que la Secretaría de la Defensa Nacional mantiene un convenio con Petróleos Mexicanos (Pemex) para proteger las instalaciones, “porque, como lo dijo nuestro Comandante Supremo de la Fuerzas Armadas, Andrés Manuel López Obrador, el tema del huachicoleo es un asunto de seguridad nacional”.
Mientras supervisa al personal militar desplegado en el acceso principal de la refinería Antonio Dovalí Jaime, señala que, además, los millonarios recursos que se dejan de percibir por la extracción ilegal de hidrocarburos son de todo el pueblo, “por tanto estamos coadyuvando en beneficio del patrimonio nacional”.
En el acceso principal de la refinería Antonio Dovalí Jaime la presencia militar es evidente. Los soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional, mantienen una guardia permanente en la reja de acceso y junto con el personal de seguridad de Pemex mantienen el control de los carros tanque que ingresan a las instalaciones. Los uniformados, que pertenecen a la Octava Región Militar, en apoyo de marinos y seguridad de la empresa, llevan a cabo la revisión minuciosa de los documentos, vehículo y cabina del conductor, mucho antes de llegar siquiera a la puerta de acceso de la planta industrial. Un soldado solicita al chofer del carro tanque que estacione el pesado vehículo apenas cruza la reja, le requiere los documentos de la carga que pretende realizar, le solicita que baje de la unidad y revisa concienzudamente que el número del vehículo, la razón social y las placas corresponda exactamente con los especificado en los papeles. Después, siempre apoyado por otros elementos, verifica el número de los tanques, la capacidad, las placas de cada tanque, los sellos; para al final subir a la cabina y verificar que el chofer viaja solo y que no hay ningún objeto que pueda poner en riesgo al personal o instalaciones de la refinería. Si el militar detecta alguna irregularidad, por pequeña que sea, se prohíbe el paso de la unidad para que cargue combustible. -¿Qué medidas toman para evitar que las pipas se ordeñen? -Los choferes tienen que mostrarnos una hoja de calibración y se colocan cintos rojos de seguridad, con número de folio. Aunque eso se hace una vez que cargan la unidad con el hidrocarburo y corresponde al personal de seguridad física de Pemex.
-¿Cuánto tarda aquí el proceso de revisión? -Bueno, aquí es rápido de 15 a 20 minutos; aunque hay otro ya en las puertas de la refinería y cuando cargan combustible. -¿Cuántas pipas cargan combustible en este momento? -Ahorita cargan 15 pipas diarias, aunque llegan hasta más de cien carros tanques. -¿Cuantos elementos participan en este operativo? -27 soldados, además de marinos y personal de seguridad de Pemex.
En espera de ingresar a la refinería, el señor Víctor Manuel Ordaz Toledo comenta que comúnmente transporta gasolina, diesel, turbosina, a diversos estados del país. En este caso, la gasolina va para Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Con 18 años de experiencia en el traslado de combustible, afirma que el operativo que llevan a cabo los elementos del Ejército y los diversos cuerpos policiales es efectivo, “porque ahora existe mayor seguridad no solo para la carga, sino hasta para nosotros mismos que laboramos en el transporte”. -¿Las revisiones no retrasa sus tiempos? -No, en realidad son rápidos teniendo la orden de cargo. -¿Cuánto tiempo tardan en cargar los tanques? -Una hora y media o dos horas, pero las revisiones no nos quitan más de 15 o 20 minutos. Comenta que su profesión es de alto riesgo por el robo de camiones, que ahora también ha disminuido por el acompañamiento que llevan a cabo las fuerzas policiales, “pero tenemos que trabajar, tenemos que buscar la papa”. -¿Cuántos viajes realiza a la semana? -De dos a tres.